Somos la Familia Moreno
Y os presentamos nuestra historia de 3 generaciones.
Apertura en 1964
Desde su apertura en 1964 y durante muchos años nuestro negocio familiar se basó en un modesto despacho de vinos a granel. Fue en aquellos años cuando comenzó nuestro idilio con el vino. Hoy, sesenta años después, podemos decir que Valentín Moreno e Hijos ha sido testigo de la continua evolución del mundo del vino y que nosotros hemos cambiado con él.
Segunda generación.
El estilo tradicional de nuestro negocio familiar no nos ha impedido evolucionar y con los años se ha transformado en una moderna distribuidora de vinos. En el mes de Febrero de 2017 el negocio familiar se separa y Ricardo y Luis siguen con el legado y obra de su padre Valentín en las únicas instalaciones de la empresa Valentín Moreno e Hijos, S.L, de la Calle Méjico Nº 8 en el Polígono El Balconcillo de Guadalajara.
Este espacio se divide entre una tienda de unos 200 m con más de 600 referencias a la venta a todo el público, un almacén de 1000 m. con sistema de refrigeración, una sala de catas de 80 m. y unas amplias oficinas. Cambios imprescindibles para quienes estamos convencidos de que para la venta de vinos de calidad -más de 40 bodegas de prestigio nos han confiado la comercialización de sus vinos- deben cuidarse: las características del lugar donde se comercializan y la formación especializada de los profesionales que los prescriben y los venden.
Tercera Generación.
La incorporación de la tercera generación ha hecho que demos un paso más, inaugurando una tienda online que refuerza nuestro objetivo de promocionar y divulgar los vinos de España cumpliendo con la triple función de vender enseñando, promocionar vendiendo y aconsejar compartiendo preferencias con el público.
El vino nos une.
Siempre nos sentimos responsables de una confianza tácitamente depositada, de una responsabilidad delegada por las bodegas y sus profesionales, quienes mejoran día a día la calidad y la imagen de los vinos de España. También nos sentimos responsables de no defraudar las expectativas y la confianza de nuestros clientes siendo honrados y prudentes en nuestro consejo.
Nuestro trabajo es nuestra vocación y nuestro objetivo es seducir, contagiar, aficionar, divulgar, propiciar con la venta de cada día, un nuevo encuentro entre una buena botella de vino y un cliente satisfecho.
El mismo afán de todos nuestros amigos: viticultores, enólogos, bodegueros, sumilleres, cocineros, prescriptores, distribuidores, en fin… la buena gente del vino.
